Guía para la autenticación multifactor (AMF)

Imagine que la puerta principal de su empresa sólo pudiera cerrarse con un simple pestillo. Fácil de forzar, ¿verdad? Algo parecido ocurre con una única contraseña.La autenticación multifactor, o AMF, añade varios cerrojos a esta puerta digital.
En pocas palabras, MFA es un método que pide varias pruebas de tu identidad antes de dejarte acceder a una cuenta o aplicación. Ya no se trata solo de "contraseña aceptada", sino de "demuéstrame que eres tú", mediante un código recibido en tu teléfono, tu huella dactilar o una llave física, por ejemplo.
Los distintos tipos de factores de autenticación
Cuando hablamos de AMF, nos referimos a la combinación de tres tipos de factores para asegurar el acceso a un sistema:
1. Factores de conocimiento
Algo que tú (y sólo tú) sabes:
- Una contraseña
- Una pregunta secreta (a menudo olvidada... seamos sinceros)

2. Factores de propiedad
Algo que poseas:
- Un smartphone con una aplicación como Google Authenticator
- Una clave de seguridad (tipo YubiKey)
- Un distintivo físico

3. Factores de adherencia
Algo que eres :
- Huella dactilar
- Reconocimiento facial o de voz

¿Por qué es esencial la AMF para la seguridad?
Los ciberataques, los intentos de phishing y otras formas de robo de identidad se han convertido en algo habitual. Y, sin embargo, más del 80% de las brechas de seguridad se deben a una contraseña débil o comprometida.
Con la AMF, incluso si un atacante tiene tu contraseña, tiene que pasar por una o dos etapas adicionales para acceder a tus datos. En otras palabras, se desalientan muchos intentos.
Y más allá de los aspectos técnicos, envía un mensaje claro: su organización se toma en serio la seguridad de los datos y la protección de la identidad de sus empleados.
¿Cómo funciona la autenticación multifactor?
Así es como funciona, en términos sencillos:
- El usuario introduce su nombre de usuario + contraseña.
- Reciben un código temporal (TOTP) o una notificación en su teléfono.
- Validan el acceso a través de su dispositivo o de una aplicación específica.
Algunas soluciones, como Microsoft Authenticator, van más allá al ofrecer conexiones sin contraseña. El resultado: menos fricción, más seguridad.

Ventajas de implantar la AMF en su empresa
Podríamos enumerar todas las ventajas del AMF en un informe de 30 páginas, pero he aquí las principales:
- Mayor seguridad para las cuentas de usuario, ya sea en la nube o localmente.
- Cumplimiento de normas como RGPD e ISO 27001.
- Reducción significativa de los ataques de phishing y spoofing.
- Mayor confianza, tanto interna como externa.
Para los equipos de TI y RRHH, la AMF se convierte en una herramienta estratégica: protege la identidad digital de cada empleado a la vez que refuerza la postura general de ciberseguridad.
Retos que hay que prever al implantar una solución AMF
Reconozcámoslo, la AMF no es un botón mágico. He aquí los principales obstáculos encontrados:
- Resistencia al cambio: algunos usuarios pueden percibirlo como una limitación.
- Limitaciones técnicas: no todas las herramientas o estaciones de trabajo son compatibles.
- Casos especiales: ¿cómo gestionar proveedores de servicios externos, invitados o estaciones de trabajo compartidas?
rzilient tip: La comunicación clara, las guías de usuario sencillas y el apoyo al despliegue marcan la diferencia.

Audrey Pogu